miércoles, 31 de agosto de 2016

GS Girls Central Europe Get Together. Innertkirchen 2016



Bastaron unos 1650 kilómetros  para llegar hasta Innertkirchen, sede oficial del GS Girls Central Europe Get Together 2016. Después de dos días de viaje y acampada llegamos a Basilea, al encuentro de Marta, administradora del grupo y organizadora del encuentro. Desde allí, las carreteras suizas serpentearon hasta el mismo pueblo donde se encontraba el camping. Cuando llegamos el viernes por la tarde, ya estaban la mayoría de las GS Girls con sus tiendas montadas, disfrutando de las conversaciones, los reencuentros y los preparativos para el día siguiente. 


Una vez lista la tienda, no sumamos al grupo que estaba reunido alrededor de las lámparas de camping a modo de hoguera. Los temas han sido muy variados, experiencias anteriores, reencuentros, modelos y accesorios de motos; así también como los idiomas: del predominante alemán al internacional inglés, sin dejar de pasar por el español y el italiano. Nos fuimos presentado y conociendo, pero el ambiente era igual que el de un grupo de amigos que se ven con frecuencia para rodar.


El grupo que se juntó a los pies de los Alpes suizo, justo en la bajada del Sustenpass, podía presumir de internacional: Yuki, voló desde Japón para estar allí; Francis, una americana trabajando en Sudán del sur, hizo lo propio. Y luego una española, una argentina, una brasileña, las hermanas italianas, australianas, holandesas, suizas, austríacas y alemanas. Cabe destacar que tres hombres se animaron  y se sumaron a la experiencia de compartir este fin de semana con las grandiosas GS Girls.





El sol brilló todo el sábado, permitiéndonos disfrutar de la ruta a pleno. Nos fuimos encontrando los distintos grupos en algunos puntos concretos de la ruta. Hubo tiempo para las  fotos, los cafés, los descansos y, sobre todo, las charlas infinitas sobre nuestras motos y experiencias.



                  

       














Una vez de vuelta en el campamento, compartimos nuestras cenas nuevamente en un círculo de amistad que se fue forjando minuto a minuto. Risas, promesas de volver a encontrarnos y proyectos para el próximo encuentro.


El domingo llegó y con él las despedidas. Nosotras nos quedamos un día más recorriendo la zona: Grimselpass, Nufenenpas, Gotthardpass y el impresionante Sustenpass. Por la tarde visitamos, la garganta del Aares en Meiringen, un espectáculo natural de color y fuerza. Cerramos el fin de semana tan estupendo probando un menú típico de esta zona de los Alpes, el älplermakronen, una pasta con queso, patatas, cebollas caramelizadas y un puré de manzanas que se agrega a gusto del comensal. Chin chin! Y enhorabuena por este gran fin de semana, primero a Marta por su gran trabajo, y luego a todas y todos los participantes en este evento que lo han hecho único.

 
Durante los dos días de regreso a España, disfrutando de las curvas de las carreteras secundarias tanto en Suiza como en Francia, seguía presente en mi esa sensación de felicidad y plenitud que da el seguir conociendo gente extraordinaria, lugares soñados y seguir disfrutando de esta pasión por la conducción sobre dos ruedas. ¡Nos vemos en el I Encuentro GS Girls Península Ibérica  Segovia 2016!

lunes, 15 de agosto de 2016

Sonia Torrent

Seguimos conociéndonos. Este mes la foto de portada de nuestra página es de Sonia Torrente,  quien nos cuenta algunas cosas de su vida sobre dos ruedas. Mucha pasión y emoción en esta historia.

Sus comienzos.








'Recuerdo todavía el día que vi por primera vez la Montesa cota 25cc me enamoré de ella. Podría tener unos 7 u 8 años y llegué a casa diciéndole a mi padre motero desde los 16 años, que quería una...respuesta ''tu estas loca!!!!´´Conforme pasaban los años iba aumentando de cilindrada pero no cambiaba mi fijación por la Cota. Según mi padre, eso era afición de hombres y yo me tenía que conformar con un Vespino. Así que, adios Cota 49.'


                                                      

Evolucionando.


'Era divertido pedirle la moto a mis amigos y ellos a cambio iban detrás,  pegados como una lapa, pero a mi me daba igual, yo iba aprendiendo a meter marchas. 
Cuando cumplí los 18 pasé a querer la cota 74, pero intento nulo por más que lo pedía. Así que cuando comencé a trabajar me compré una Yamaha Special 250, que me duro poco.  Ya me casé y justo el mismo día que iba a ver una Intruder 400 me hacía el predictor.  Adiós a las motos. 
Con el tiempo me compré una Yamaha 250 Virago que me enamoró aunque no la cogía mucho porque siempre iba en coche con los niños. Me separo y es cuando empiezo a vivir.'






Desafíos que nos marcan.

'Por aquella época mi padre tenía una Burgman 650 la cual un buen día me dijo "Sí consigues sacarla del garaje y darte una vuelta es tuya." Madre mía!!!! Con los casi 280 kg que pesa. Me armé de valor y fui capaz, ya no la vio más.'


                                                   


Me apunte al Club Burgman España e hice muchas salidas con ella pero necesitaba un embrague, un rugir de motor. Entonces le vendí la Burgman a mi padre (pobre mio) y también la Virago, para comprarme la GS 800. Desde entonces vivo el mundo de la moto desde un prisma distinto. Me gusta mucho salir sola y como mi pareja es de Málaga (tiene la GS Adventure 1200) y yo de Jerez nos bebemos los km como zumo de naranja. Muchas veces pienso si hubiera tenido la Cota 25 en aquella época quien sabe si no hubiera acabado dedicándome más a este mundo, desde mecánica hasta...¿piloto?  Ni de coña....este mundo siempre ha sido de hombres y es ahora cuando nosotras estamos despuntando y no sabes lo que me alegra ver mujeres pilotando. 


                 

Honrar la vida.

 Esta afición me viene de mi padre que falleció hace dos meses y estaba en el hospital y pensando en comprar una moto. A sus 82 años tenía dos, una Harley Fat Boy y una BMW RT. Nada más que 48 motos pasaron por mi vista desde pequeña. 



¿Y si se hace realidad?

 Mi próximo objetivo que me toque la lotería y dar la vuelta al mundo en moto. Jajajaja!!!