March Moto Madness España

                                                               

Hace unos cuantos años, a principios de primavera  un grupo de amigos de Tenessee, con ganas de salir a rodar después del lluvioso invierno en del hemisferio Norte, decidieron juntarse, coger un par de cosas para acampar y disfrutar de un fin de semana en las montañas para empezar a rodar lo antes posible.

Desde aquel día, la March Moto Madness ha crecido  sin parar hasta transformarse en un  evento a nivel mundial. Desde 2006, es un encuentro oficial en  las planicies de Tellico y en muchos países como España.  Hace cuatro años, y por la amistad que los une, los que dieron origen a este evento  invitaron a Miguel e Isaac  a ser los organizadores de la versión Ibérica.

Este año se llevó a cabo la 4º Edición de la March Moto Madness España, a cargo de Miguel Checa e Isaac Feliu, dignos anfitriones de esta magnánima reunión que, según ellos, es 100% de  ‘gañanes’.

La MMM conserva el espíritu inicial y que se repite en cada sitio en el que tiene lugar. Tiendas por doquier, aunque algunos deciden conservar las energías y dormir en alguna cabaña, juegos de habilidad, o mejor dicho, de gran habilidad que tendrá que  demostrar cada uno de los pilotos que decidan participar, y unas rutas que pondrán a prueba nuestra conducción off-road, pero dejarán huella en nuestra retina.

Dos días de ruta off-road  permiten disfrutar de las bondades que la naturaleza planta más allá de  la cinta asfáltica y que solo pueden ser admiradas si nos atrevemos a vadear un río, dejarnos ‘caer’ por una pendiente con hierba o pedir  a nuestra pequeña compañera de aventura que termine de subir por  esa cuesta saltando de piedra en piedra. La diversión sigue hasta llegar de vuelta al camping. Aunque tampoco acaba allí. 

El viernes, y este año, también el sábado, se desarrollaron los juegos de habilidad al llegar de vuelta de  las rutas. La carrera de lentos, un circuito   exigente con vueltas casi imposibles y  una carrera para cogerse hicieron las veces de competencia y entretenimiento para los participantes y espectadores.

Una gran hoguera antes de la cena  es la oportunidad para encontrarse y reencontrarse con amigos o compañeros de ruta, intercambiar experiencias, contar las anécdotas del día y de la vida.

Las mujeres  han sido siempre de la partida en la MMM España. Una de las participantes este año es una digna representante, con su GS 1200, es el cuarto año que es parte del evento. Cuatro fuimos en total en esta oportunidad, dos con GS 1200 y dos chicas más con motos de enduro.

La experiencia es gratificante y enriquecedora. La colaboración entre los grupos, el preocuparse  si un grupo estaba parado, preguntando si todo estaba bien, charlas y comentarios en puntos de parada comunes durante la ruta, y este año, a pesar de algún copo de nieve remolón que cayó durante la tarde del sábado, hasta el clima estuvo a favor de la MMM.

Imagino que en este momento estareis pensando ‘la próxima, ¡no me la pierdo!’ Animaros!!! ¡Y lo disfrutareis!

¡Hasta pronto!

Ladybird.

Christina Rickman

Combe Laval, Vercors, Francia

Hacia el Mediterráneo vamos y este mes visitamos a Christina, quien nos contará un poco más  sobre su GS 800 y  su historia con las motos.

¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la moto?

Endureando un poco. De ahí no pasa.

Pues en realidad todavía pienso que estoy empezando en este mundillo de las dos ruedas… hace unos tres años que tengo el carnet y aunque tuve la oportunidad de conducir una vieja Dominator del ‘89 en pistas, prácticamente pasé de una Vespa de 49 cc que utilizaba para ir a trabajar a una F800.

¿Qué te da la moto?

T-O-D-O. Absolutamente. No sabría cómo describirlo mejor.

¿Cuál es la experiencia o anécdota que más te ha marcado o recuerdes?

No sabría cuál de ellas contar. La verdad es que tengo para un libro. Pero la primera que me viene ahora a la mente es cuando me di cuenta de que estaba a punto de salir de viaje hacia Cabo Norte. Era un viaje que mi pareja y yo teníamos en mente desde hacía años, pero yo lo veía como algo distante y lejano. De pronto, me vi con la moto cargada cruzando fronteras, con apenas 10.000 kilómetros a mis espaldas y 25 años recién cumplidos.

Con mi padre y su Yamaha RD350R, no llegaba al asiento sola pero ya sabía dónde quería salir en la foto

¿Por qué una GS?

Mi padre siempre ha tenido motos, desde mucho antes de que yo naciera, pero la primera moto que recuerdo con claridad fue una K1100RS negra. Desde entonces en mi casa siempre hubo moto BMW sí o sí; pero a mí siempre me había llamado la atención la posición de conducción de las GS y las posibilidades de viajar y perderse… así que cuando quise comprarme moto pensé en una GS de 650 cc de segunda mano (para mí, la opción más lógica para empezar). Luego las cosas “se liaron” y acabé con una más grande.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de ser una mujer conduciendo una GS?

En mi opinión ninguna. Tal vez algunos piensen que la altura, si eres una persona no muy alta, pero al final ese problema también lo tienen muchos hombres que veo conduciendo GS u otro tipo de motos voluminosas y nadie les dice nada. Al final, con destreza se obtienen mejores resultados que simplemente con fuerza - pienso que el refrán español “más vale maña que fuerza” está pensado especialmente para nosotras ;)

¿Cuál es tu próximo objetivo?

Principalmente viajar, viajar mucho. No importa dónde o a qué distancia. Y seguir progresando y aprendiendo: me encanta cuando me doy cuenta que voy mejorando mis habilidades de conducción, me siento más segura y me da confianza.

Últimos apuntes

Me encantó cuando Gaby creó este grupo de GS Girls Península Ibérica, sinceramente, no pensaba que había tantas chicas con GS por el mundo y me ha alegrado mucho saber que sí las hay y que ¡no estamos tan lejos las unas de las otras! Todavía no he tenido la oportunidad de ir a ningún encuentro, pero espero poder conoceros pronto, creo que puedo aprender mucho de vosotras. ¡Saludos y muuucho gas a todas!

A punto de empezar el Trollstigen, en español, la escalera del trol, en Rauma, Noruega

¡Muchas gracias, Christina! Y no faltará oportunidad para compartir kilómetros juntas.