lunes, 20 de mayo de 2019

Marina Carretero Vallejo




Montada sobre su flamante GS 850, llegó al encuentro anual con una energía y una ilusión increíbles,  y nos contagió a todas. Aquí Marina comparte sus primeros pasos  y  su experiencia motera.



¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la moto?

Empecé a los 8 años dando vueltas sin sentido por la finca familiar. Ahora, intentando pensar, no llego a entender en qué momento un padre le dice a sus hijos que se vayan a jugar con la moto… En fin, por suerte salió bien. 

A los 14 años y por necesidad empecé a moverme en scooter por Segovia, mi ciudad.  Entre ese momento y los 18, dejó de ser necesidad y me fue entrando la curiosidad de las marchas y las ganas de más velocidad/potencia. A los 18 y desesperada me saqué el A2 sólo para esperar los 2 años para conseguir el A. Ese día, y en otro momento de lucided de mi padre decidió que lo mejor era dejarme su Dragstar 1200, una custom de 1200cc para que fuera aprendiendo… Cada vez tenía más ganas de tener mi moto (una que pudiese poner derecha y con la que pudiese dar una rotonda). 

A los 22 en la uni nos propusieron distintos destinos donde hacer prácticas de arquitectura. El mío: India. Razón: precio del alquiler de las Royal Enfield. 
A día de hoy puedo decir que aprendi a llevar (mas o menos bien) una moto entre India y Nepal. 
Cada día voy siendo más consciente de la inconsciencia del momento. Aunque reflexionando todo esto… está bastante alineada con el resto! 

Desde entonces me enganché para siempre a viajar en moto, aunque no conseguí una propia hasta que viviendo en Manchester hace un par de años por fin conseguí una Bonneville T100, con la que llevaba soñando mucho tiempo! 


¿Qué te da la moto?

La moto ofrece la posibilidad de explorar lugares que nunca podrías de otra manera. Permite salirse de las carretera sobre explotadas sin vida y valorar el resto de caminos, lugares y personas. 


¿Cuál es la experiencia o anécdota que más te ha marcado?
Para mí, lo de la moto siempre había sido algo “solitario”, yo la moto y la carretera. Si eso algún amiguete, y ya. Simplemente porque no conocía a nadie de mi entorno tan motivado, y menos mujer! Yo pensaba que estaba loca!
Por eso, la experiencia que más me ha marcado (sin ánimo de pelotear a nadie) fue conocer a todas las chicas GS en el tercer encuentro en la Sierra de Cazorla. Para mi fue muy especial saber que efectivamente, estoy loca, pero no sola!
Conocer a chicas que han dado la vuelta al mundo y que lo que más les gusta es ir en moto fue super motivador!  Me encantó conoceros a todas. Es lo más poder tener referentes como vosotras!


¿Porqué una GS?

Después de unos cuantos km por Escocia, Inglaterra y España con la Bonnie y tras una operación de columna (la segunda) me di cuenta de que efectivamente, lo que quería era viajar y si quería seguir haciéndolo iba a tener que cambiar de moto, por mucho que me doliese!

En el medio de mi recuperación y de esta decisión, en una prueba de GS 1200, me di cuenta de lo que es comodidad en moto. Era como viajar en la alfombra mágica de Aladín!!  Nunca más fue lo mismo mi pobre Bonnie… Allí coincidí con Pilar, a quien le faltó tiempo para promocionar el impresionante grupo de chicas GS del que formaba parte…  Lo cual, todas sabemos que fue un importante valor a la hora de GS o no GS.  La verdad que la 1200GS y con mi poca experiencia se me iba un poco de las manos, pero fue probar la 850GS y me faltó tiempo para llamar a Rolen! Menos mal, qué cambio! 


                                     

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de ser una mujer conduciendo una GS?


Las ventajas, todas. Tener una moto con la que te puedes ir a trabajar o al fin del mundo tiene muchas ventajas en el día a día. Ninguna es más ventaja por el echo de ser mujer. 
Alguna mirada siempre cae de camino al trabajo, y mucha explicación en la puerta de la oficina, pero siempre positivas! Creo que todas vamos muy orgullosas encima de nuestras GS…
Desventajas, ninguna. 
Sí que es verdad que de primeras asusta un poco llevar una moto a la que malamente llegas al suelo, pero merece la pena 100% y en una semana estás acostumbrada. Animo a todas las que se lo estén pensando, que dejen de pensárselo!!


  

¿Cuál es tu próximo objetivo?
Mi objetivo infinito es que mi espalda me de tregua lo máximo posible. Mientras tanto me voy apuntando a todo lo que sale, no vaya a ser!!

De momento este verano iremos a Cerdeña, y si todo sigue bien la idea es Marruecos y Cabo Norte para el año que viene. ¡Crucemos los dedos!


Muchas gracias a todas! Nos vemos en el próximo encuentro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario